Publicado: 7 de septiembre del 2022

En la última década, los países de África Oriental han avanzado en la promoción de los derechos de la mujer. Por ejemplo, la situación social, política y económica de las mujeres ha mejorado. Ha aumentado el número de mujeres que ocupan cargos políticos, lo que se refleja en el número de representantes femeninas en el parlamento: Tanzania tiene un 37%, Sudán del Sur un 29%, Uganda un 34%, Kenia un 20% y Etiopía un 39% de representantes parlamentarias.

A pesar de este macroprogreso en el avance de la desigualdad de género en la región, África Oriental sigue luchando con las desigualdades de género profundamente arraigadas en las estructuras que socavan el desarrollo de las mujeres y las niñas, especialmente a nivel local. Las desigualdades de género siguen siendo elevadas en cuanto a ingresos y oportunidades, y las mujeres y las niñas no tienen las mismas oportunidades de educación formal ni las mismas plataformas de participación y liderazgo.

Nuestrxs socixs que se dirigen a la población más vulnerable, compuesta principalmente por pequeñxs agricultorxs, mujeres, niños y personas con discapacidad, han informado que sus logros se ven socavados y erosionados por las desigualdades de género altamente estructuradas en las comunidades. No obstante, sus programas no han intentado deliberadamente abordar los retos de la desigualdad de género.

Lxs socixs compartieron que, aunque los gobiernos de la región tienen grandes políticas de género y de desarrollo, las mujeres y las niñas siguen estando en la periferia. Por ejemplo, en un hogar típico de pequeñxs agricultorxs en Tanzania, la decisión de gastar los ingresos de la agricultura está principalmente en manos de los jefes de familia, que son principalmente hombres, que también son los principales responsables de la violencia doméstica.

Somos conscientes de la necesidad de fortalecer la capacidad de nuestrxs socixs para ser agentes clave en la promoción de la igualdad de género dentro de sus áreas de programa, y también conscientes del enfoque de la Agencia Austríaca de Cooperación al Desarrollo (ADA) para avanzar en la igualdad de género en el próximo marco 2023-2026, así como de nuestro compromiso con la realización del ODS 5. Es por eso que la Oficina Regional de HORIZONT3000 en África Oriental (ROEA), a través del programa KNOWHOW3000, organizó 5 días de capacitación con perspectiva de género para todxs lxs socixs del marco de la ADA y el personal de la ROEA, con el fin de fortalecer su capacidad para desarrollar, implementar y monitorear proyectos con perspectiva de género.

La capacitación con perspectiva de género tuvo lugar en cada uno de los países foco de ROEA, es decir, Uganda (18 participantes), Kenia (4 participantes) y Tanzania (16 participantes) en el mes de marzo de 2022 con más de 38 participantes. Los 18 participantes de Uganda procedían de YARD, AFIRD, Caritas Tororo, Caritas MADDO, Caritas Mityana, Uganda Women’s Network y personal de ROEA. Los 4 participantes de Kenia procedían de PACIDA y la Diócesis de Lodwar, mientras que los 16 participantes de Tanzania procedían de ADP Mbozi, CHEMA, OWSL, HAKIARDHI, MHOLA, WODSTA, HLDD Rulenge y FIDE.

Dado que la capacitación coincidió con la elaboración de propuestas de proyectos para el nuevo marco de la ADA 2023-2026, que hace hincapié en el fortalecimiento de la igualdad de género, se encargó a lxs tres consultorxs de cada uno de los países que hicieran un seguimiento de cada uno de lxs socixs a través de la capacitación, permitiéndoles desarrollar propuestas de proyectos con perspectiva de género.

La capacitación abarcó una serie de temas centrados en el género que incluían la introducción a la igualdad de género, la planificación y la programación con perspectiva de género, la comprensión del principio de No Hacer Daño (Do No Harm), el desarrollo de indicadores con perspectiva de género y el monitoreo con perspectiva de género.

Algunos de lxs participantes de Uganda y Tanzania asistían a la capacitación en materia de género por primera vez, mientras que otros habían recibido capacitación anteriormente, pero expresaron su falta de conocimientos adecuados en materia de programación con perspectiva de género. En definitiva, la evaluación de la capacitación reveló que se aprendió mucho y que queda mucho por aprender, no sólo en relación con la programación con perspectiva de género, sino con el avance de la igualdad de género en general.

De las reacciones de lxs participantes de los tres países de África Oriental se desprende que la desigualdad de género sigue socavando sus esfuerzos por aliviar la pobreza y que lxs socixs están dispuestos a iniciar el proceso de reducción de la brecha de género. Los planes de acción de lxs socixs después de la capacitación muestran la voluntad y la disposición a trabajar por la igualdad de género en las comunidades. Hemos iniciado este proceso ofreciendo esta capacitación, seguiremos haciendo esfuerzos concertados a través de la promoción, la capacitación y motivando a lxs socixs para que planifiquen y promuevan programas que mejoren los derechos de las mujeres en todos los niveles.