Publicado: 20 de agosto, 2019

Theo Sowa durante un TED Talk; Fuente: africanfeministforum.com

Hace unos años estuve presente cuando Theo Sowa, una activista y feminista de Ghana, dejó sin palabras a una sala llena de representantes de donantes y ONGs del Norte global. Su discurso poderoso y crítico puso a pensar a todo el mundo. Ella demandó que se pusieran las y los activistas locales en el centro de atención y pidió que los donantes y ONGs del Norte tomaran una posición más humilde en el ámbito del desarrollo internacional. Hasta hoy aprecio y me acuerdo de su lección: “Tienes que aprender cuando estás facilitando voces y cuando te estás apropiando de voces.” En otras palabras tienes que saber “cuando dar un paso adelante y cuando dar uno atrás.”

Mientras la teoría de dejar que las personas de campo tomen las riendas no es muy asombrosa, la práctica es algo con lo que la mayoría de organizaciones e individuos que trabajan en desarrollo internacional tienen dificultades. Para donantes y ONGs del Norte es importante que lo tengan en cuenta al desarrollar marcos políticos, monitorizar pautas o indicadores de evaluación. Para nosotros/as como ATs este dilema está aun más presente a diario por la naturaleza híbrida de nuestro trabajo. Cada día colaboramos con nuestras Organizaciones Socias, pero no las representamos de manera oficial.

Nuestras dificultades, dudas, observaciones y opiniones combinadas con nuestras ambiciones y buenas intenciones son lo que lo vuelven tentador apropiarse de voces o dar un paso adelante para hacer las cosas por nuestra cuenta. Cuando aparecen retos, las cosas van más lentas o en otra dirección de lo que habíamos esperado, a veces esperamos poder acelerar las cosas haciéndolas nosotros/as mismos/as o insistiendo en la dirección “correcta“.

De todos modos vale la pena verificar una segunda vez, si estamos considerando toda la información en nuestro análisis y realmente tomando en cuenta que podemos ser nosotros/as los/as que estamos equivocados/as. Aparte de eso vale la pena preguntarnos como saldrían las cosas sin nuestra intervención “divina”.

Esto no se debe comprender como una invitación a relajarse y no hacer nada. En mi opinión, el trabajo de cualquier ONG o individuo trabajando en el campo de desarrollo internacional ya en sí es intervencionista y por eso no hay que temer intervenir, porque a veces dar un paso adelante es la cosa correcta que hacer. Sin embargo es relevante no confundir nuestra opinión con la verdad absoluta, no sobrestimarnos a nosotros/as mismos/as y no subestimar a los demás.

Las y los ATs pueden ser un apreciado valor añadido para una organización, porque pueden traer nuevos conocimientos y herramientas. No obstante nuestra presencia aquí es temporal y las organizaciones están para quedarse. Por este motivo podemos llevar en mente ser humildes, saber cuando estamos facilitando voces y cuando las apropiamos, saber cuando dar un paso adelante y cuando dar uno hacia atrás.

Hasta aquí en teoría,

Ahora vamos a ver como funciona la práctica para mi.