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Publicado: 15 de junio, 2020
Tuve la oportunidad de entrevistar a Regina Bafaki, Directora Ejecutiva de la Organización de Mujeres en Uganda ACFODE, sobre la crisis de COVID-19 que viene acompañada de muchos desafíos para la organización. Hablamos sobre el significado del confinamiento tanto para la organización como para la mujer y de cómo afecta la situación acutal a las mujeres.
Aquí comparto la entrevista con ustedes:
Cómo maneja ACFODE la situación de COVID-19? Cuáles son los desafíos principales para la organización?
Cuando el gobierno anunció la información del confinamiento, hemos cerrado las dos oficinas de ACFODE (la principal y la de campo) el 24 de marzo del 2020. A partir de entonces el personal entero hemos trabajado desde la casa hasta el 25 de mayo, cuando se levantó el confinamiento de manera parcial. “Parcial” porque aunque se permiten medidas privadas de transporte, todavía hay restricciones como por ejemplo no más de tres personas por vehículo, no usar la motocicleta, llevar máscaras y el toque de queda a partir de las 7pm.
Estos son los desafíos principales que ACFODE enfrenta durante la crisis de COVID-19:
Cómo afecta el confinamiento a las mujeres en Uganda?
El confinamiento ha afectado a las mujeres tanto en Uganda como en cualquier otro lugar de distintas maneras. El trabajo de cuidados ha aumentado, dado que todos los miembros de la familia se quedan en casa. Esta carga de trabajo adicional ha impactado su estado de salud (agotamiento) de manera significativa. En vez de apoyar, se ha informado que algunas parejas másculinas exigen relaciones sexuales sin importar la situación actual. El rechazo de los derechos conyugales ha resultado en casos de violencia doméstica que son presenciados por niñas y niños, quienes en la mayoría de los casos también se quedan en casa. Hubo casos de violación, acoso sexual y del uso de lenguaje abusivo por hombres. Sin embargo por el confinamiento las mujeres han tenido que aguantar sus parejas abusivos, porque el confinamiento hace casi imposible tomar cualquier medida.
Además el acceso a la justicia y los servicios sociales se ha vuelto aun más difícil para las sobrevivientes. Esto tiene que ver con el hecho de que el cuerpo policial está enfocando su atención en imponer los órdenes del gobierno, mientras que el personal de salud están abrumadas/os con la pandemia. Encima de todo las instalaciones de salud no están bien equipadas para manejar pacientes de COVID.
Debido al cierre del transporte público y la prohibición del uso de motocicletas (el medio de transporte más común entre la población rural y la población urbana desvaforecida) y los taxis de cercanías, las mujeres no han podido moverse por la ciudad ni para denunciar los casos de violencia de género y abusos sexuales ni para buscar justicia y apoyo.
Se han reportado casos de desabastecimiento de servicios de salud reproductiva – sobre todo de anticonceptivos. Consecuentemente van a aumentar los embarazos no deseados y no planificados. Además las mujeres embarazadas no han podido acceder la atención prenatal, lo cual ha resultado en que algunas mujeres recurren a asistentes de parto tradicionales que a veces puede ser de mucho riesgo tanto para la madre como para la o el bebé, si hay complicaciones.
La mujeres que viven con VIH/SIDA no han podido acceder a su tratamiento antirretroviral debido a la escasez y las restricciones al transporte y las que han logrado obtener su medicación, en muchos casos han sido forzadas a compartir su dosis con sus parejas, lo que la vuelva ineficaz. Adicionalmente, muchas personas están afectadas por una alimentación deficiente, ya que gran parte trabaja en el sector informal, lo cual por el confinamiento no está posible ahora tampoco.
Los casos de la violencia de genéro se abordan por liderezas/líderes de la administración local, quienes están más cercanas/os a las familias. También se puede contactar a la policía y su Unidad de Familia y Protección, al Ministerio de Género y a Organizaciones de la Sociedad Civil que tienen lineas telefónicas gratuitas. Además los medios de comunicación juegan un papel en crear conciencia y en denunciar casos de la violencia de género. Algunas organizaciones ofrecen asesoría jurídica y refugios para las sobrevivientes, pero la pandemia plantea un gran desafío para estos servicios.
Cómo informa ACFODE a las personas sobre el tema de la violencia de género durante el confinamiento?
Estamos aplicando diferentes métodos como mensajes breves en canales de radio locales, trabajamos con liderezas/líderes locales y con activistas comunitarias/os y usamos radios comunitarios para sensibilizar la población sobre la violencia de género. Además estamos trabajando con miembros del COVID-19 equipo especial del distrito para distribuir volantes sobre la violencia de género y participamos en programas de debate.
A nivel nacional hemos tenido reuniones via ZOOM, hemos presentado solicitudes con otras organizaciones, nos invitaron a programas de debate de televisión y radio y también hemos dado charlas para grupos diferentes como por ejemplo Rotary via ZOOM.
Qué deben saber las mujeres sobre la violencia de género?
Las mujeres debemos saber que es una violación de nuestros derechos y que viene de diferentes formas – por ejemplo física, sexual, emocional, económica y psicológica. Además la violencia de género es ilegal y punible según la ley de Uganda establecida en el Domestic Violence Act 2010. Es esencial saber que puede afectar a cualquier persona, independientemente de sus condiciones socioeconómicas, su edad y su género. También es fundamental saber que la violencia de género es un mal uso y/o abuso de poder. Es mala y inaceptable y no se debe normalizar de ninguna manera. Las mujeres debemos saber dónde denunciar en caso de abuso y que es crucial romper el silencio sobre la violencia de género. No hay que darse la culpa por ser sobreviviente de violencia. Hay que hablar de ello y buscar apoyo. Si la violencia es persistente en una relación, es importante terminarla en vez de continuarla que a veces puede resultar en mucho daño o hasta en la muerte. Para terminar es muy significativo para las mujeres que sean empoderadas económicamente para que dependan menos de sus parejas y para que se puedan mantener una vez que salgan de la relación abusiva.
Action for Development (ACFODE) es una organización de mujeres indígena, voluntaria y nogubernamental. La Tercera Conferencia Mundial sobre las Mujeres de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en Nairobi en julio del 1985, motivó la formación de la organización. Los temas abordados en esta conferencia revelaron la falta de un foro organizado que debe proveer de manera formal una plataforma para debates y acciones efectivas relacionados al tema del avance de las mujeres en Uganda.
Desde entonces ACFODE se ha establecido como una plataforma efectiva de debate y acción en cuanto al empoderamiento de las mujeres en Uganda. El trabajo de ACFODE se centra en cinco ejes principales:
Regina tiene más de 20 años de experiencia en trabajar con derechos de las mujeres y la equidad de género. Como la Directora Ejecutiva de ACFODE se encarga de la supervisión, la dirección estratégica y el liderazgo de la organización. Tiene un Master en Estudios de Género y Desarrollo y posgrados en el Desarrollo de Políticas, la Planeación y la Gestión y el Desarrollo Organizativo. Regina también es parte de varias juntas de organizaciones como Action Aid International Uganda”, en el que encabeza el Comité de la Junta Gobernante, el Center for Domestic Violence (CEDOVIP), el programa en Uganda apoyado por la sociedad civil (CSUP) y el programa de Inclusive Decisions at Local Level (IDEAL), que se lleva a cabo a través de VNG International (Países Bajos) y por una junta de síndicos de Cross Cultural Foundation of Uganda (CCFU).