ENTREVISTA: JUSTICE CENTRES UGANDA y un evento de intercambio que cambia la vida

Publicado: 28 de septiembre del 2022

4 días. Alrededor de 40 organizaciones. Muchos aprendizajes y al menos una vida cambiada. Angela Mwanje, responsable de promoción y comunicación de nuestra organización socia Justice Centres Uganda (JCU), está contenta de cómo ha resultado el intercambio que han organizado este año. Ha creado nuevas asociaciones, nuevas oportunidades y nuevos objetivos que alcanzar.

Para empezar, me gustaría saber cómo se les ocurrió la idea del evento de intercambio. ¿Había una necesidad específica que querían satisfacer? ¿Y cómo eligieron a las organizaciones que invitó al taller?

En realidad estamos hablando de cuatro talleres. Fue una serie de eventos de intercambio. Nosotras y nosotros, los Justice Centres Uganda (JCU), prestamos servicios jurídicos fundamentales a personas a las cuales no les alcanza para los servicios de un/a abogado/a, básicamente la gente humilde, vulnerable y marginada. Así que, al mismo tiempo que implementamos los servicios legales gratuitos para elas y ellos, nos dimos cuenta de que hay ciertas brechas en cuanto al apoyo holístico sostenible – para ser precisos, habíamos identificado cuatro brechas: el apoyo psicosocial, los servicios para las personas con discapacidad, el área de los derechos de las mujeres y el área de la salud sexual y reproductiva. Lo que ocurría a menudo era que llegábamos a comprender que nuestros servicios jurídicos no eran suficientes para que nuestros clientes cambiaran realmente su situación. Para que nuestro apoyo fuera integral, nos faltaban competencias en esas áreas.

Por poner un ejemplo: Una persona que solicita nuestros servicios suele necesitar también apoyo psicosocial. En muchos casos son supervivientes de la violencia doméstica y/o sexual. Pueden ser acosadas en el trabajo, estar implicadas en disputas sobre la propiedad de la tierra o en una pelea de asuntos familiares en relación con la administración de las herencias: todo eso afecta la salud mental de las personas. La depresión, la ansiedad y las preocupaciones son compañeros constantes de muchas de ellas. Nuestras/os abogadas/os no están preparadas/os para brindarles el apoyo global que necesitan. En términos de servicios psicosociales, sólo pueden proporcionar lo mínimo realmente, lo cual es bastante obvio teniendo en cuenta que estamos hablando de una profesión propia. Sabíamos que teníamos que llegar a algún tipo de solución que llenara el vacío y hiciera posible la asistencia psicosocial a nuestras/os clientes.

Aunque tratemos de prestar servicios jurídicos, si alguien no está mentalmente capacitado para ser testigo en un tribunal o para pasar uno o dos meses de procesos judiciales, nuestros servicios no servirán de nada. Para alguien que se ha tenido que enfrentar a la violencia doméstica o a otras formas de abuso es demasiado pedirle que declare ante el tribunal sin el apoyo psicosocial necesario. E incluso si sí consiguen soportar el juicio sin asistencia psicológica, aunque ganen el caso, a veces no es suficiente. Hemos tenido clientes que al final simplemente desaparecieron o acabaron volviendo a la relación violenta, por ejemplo.

Así que en ese momento tuvimos claro que debíamos recurrir a otras ONG especializadas en áreas que nuestros servicios no pueden cubrir, en estos casos el apoyo psicológico.

¿Y la brecha con respecto a las personas con discapacidad? ¿Cómo se dieron cuenta de que era un problema que requería algo más que servicios jurídicos?

Bueno, nos acercamos a las personas con discapacidad de diferentes maneras y les hablamos de sus derechos legales. Al hacerlo, nos dimos cuenta de que había cuestiones que surgían repetidamente, que iban más allá de la acción legal. Y, de hecho, esas cuestiones constituyen la mayor parte. Hablamos de la asistencia mínima: una silla de ruedas, por ejemplo. A menudo se enfrentan a una increíble cantidad de discriminación en casi todos los aspectos de la vida: profesional y personal. Por eso queríamos empezar a colaborar con organizaciones que pudieran cubrir los servicios médicos, los dispositivos de movilidad, el desarrollo de capacidades, etc., para mejorar sus vidas y sus posibilidades de obtener unos ingresos adecuados.

Otra de las carencias que identificaron se refiere a los derechos de las mujeres. ¿Diría que las mujeres son el principal grupo objetivo de sus servicios?

Definitivamente, sí. Muchas de nuestras clientas son mujeres: mujeres a las que sus parientes les quitan la tierra, mujeres a las que no se respetan sus derechos de herencia, mujeres que sufren abusos. En estos casos, mientras representas su caso legal todo va bien. El problema comienza con las secuelas de haber ganado el caso, por ejemplo. Tienen que volver a las comunidades contra las que han luchado. En algunos casos tienen que volver con los suegros o las familias que querían quitarles sus propiedades. Por eso queríamos asociarnos con organizaciones de derechos de la mujer que ofrecieran alternativas, como un refugio, por ejemplo; idealmente, un refugio que las equipara económicamente también, ya que ese ha sido la mayor falta en lo que respecta a los derechos de la mujer. Muchas de nuestras clientas vuelven a situaciones de maltrato debido a la dependencia económica de sus parejas o familias. Si no fuera por las limitaciones económicas, la mayoría de nuestras clientes dejarían sus relaciones abusivas sin pensarlo. Como no son económicamente independientes, a menudo no tienen alternativas.

Así que esto es en lo que tenemos que centrarnos con nuestras organizaciones colaboradoras: tienen que dotar a las mujeres de habilidades que las capaciten económicamente para que tengan oportunidades de empleo y una vida independiente.

¿Supongo que los derechos de la mujer son un campo que interviene muy estrechamente con la cuarta brecha que descubrieron?

Exactamente. Nos enfrentamos al reto de hablar con las comunidades sobre los derechos sexuales reproductivos, que siguen siendo un tabú. Eso hace que sea aún más importante llegar hasta allí y hablar de ello. Sin embargo, estos temas requieren que alguien cualificado se encargue de sensibilizar y hacer un esfuerzo en la labor educativa. En el pasado, la experiencia ha demostrado que a veces funciona mejor organizar talleres sólo para mujeres y otros sólo para hombres. También nos hemos dado cuenta de que, en la mayoría de los casos, los hombres sólo escuchan a otros hombres. Así es como se identificó la necesidad de un orador masculino, cuando se trata de temas de reproducción sexual. Ahora tenemos un hombre que habla a los hombres sobre los derechos sexuales y reproductivos.

Al final, cubrir estas cuatro áreas es realmente fundamental para que nuestras/os clientes no vuelvan por segunda vez, ya que su situación no ha mejorado realmente a largo plazo. Si no se les apoya también en estas áreas, seguirán enfrentándose al mismo problema de fondo. Por eso nos esforzamos por mejorar nuestros servicios jurídicos para satisfacer las necesidades de nuestros clientes de forma integral y nos asociamos con organizaciones especializadas en estas áreas clave.

¿Fue muy difícil conseguir la participación de otras organizaciones? ¿Tuvo que esforzarse para conseguir su concienciación? Quizá pueda hablarnos un poco del proceso de organización de los talleres de intercambio.

De acuerdo, en primer lugar hicimos una lista de algunas de las organizaciones que ya conocíamos, pero también investigamos bastante en Internet. Aunque parezca fácil, en realidad no lo fue. Descubrimos que no había ninguna base de datos de organizaciones a nivel nacional. No había ningún directorio al cual pudiéramos recurrir para encontrar organizaciones o instituciones médicas que nos ayudaran a cubrir las cuatro áreas identificadas.

Después de encontrar las organizaciones adecuadas -lo que supuso el aspecto que más tiempo consumió de todo el proceso- enviamos invitaciones en las que les hablábamos de los JCU, de lo que era el evento de intercambio y de lo que queríamos conseguir. No todas estuvieron de acuerdo desde el principio. Lo que nos ayudó a convencerles fueron nuestros servicios. Ofrecemos lo que todas ellas necesitan: servicios jurídicos gratuitos para sus clientes. Ese fue nuestro mayor “factor de venta”.

¿Se encontraron con redes similares a la que intentaban crear? ¿O le pareció algo completamente nuevo que organizaciones de diferentes ámbitos técnicos se asociaran para resolver el problema de sus clientes de forma integral?

Están ahí, pero el problema es que hay muchos fragmentos. Están tan fragmentados debido a las condiciones geográficas. En su mayoría acaban en una pequeña comunidad que trabaja a nivel regional. Aunque algunos se conectan a nivel nacional dentro del mismo campo en el que operan. En otras palabras: Las organizaciones que operan en las mismas regiones o en el mismo ámbito se conocen entre sí, pero no más allá de esas líneas. Lo que falta es un directorio actualizado para poder ampliar las redes.

Parece que ya fue una tarea bastante ardua conseguir incluso los contactos de las organizaciones. ¿Cuántas organizaciones consiguieron unirse a su causa?

En total, se presentaron doce organizaciones de derechos de la mujer. Asistieron once organizaciones que cubren el tema de los derechos de salud reproductiva. Participaron nueve organizaciones del ámbito del apoyo psicosocial y aproximadamente diez organizaciones que trabajan con personas con discapacidad.

Todas ellas sabían en qué se metían incluso antes de llegar al evento. Habíamos enviado la información de lo que podíamos ofrecer y lo que buscábamos. Así que muchos vinieron preparadas para compartir cómo podíamos colaborar de forma complementaria. Fue muy bonito, porque el evento no sólo inició una colaboración entre los JCU y las organizaciones invitadas, sino que las organizaciones empezaron a discutir cómo podían trabajar juntas entre ellas también.

¿Cuáles diría que son sus principales conclusiones del evento de intercambio?

A veces damos por sentado que sabemos lo que hacen los demás. Al organizar eventos como éste, te das cuenta de que siempre hay algo que puedes aprender de los demás, incluso de las organizaciones más pequeñas. Puede que las hayamos subestimado un poco y nos sorprendió muy positivamente su trabajo. Por ejemplo, una de ellas está situada en una zona socialmente desfavorecida y proporciona a las madres adolescentes las necesidades básicas: comidas, ropa para los bebés, etc.

Resultó que muchas de las organizaciones participantes estaban muy interesadas en lo que podían ofrecer. Nos dimos cuenta de que tenían un fuerte impacto en sus comunidades. Esto me lleva de nuevo a destacar la importancia de un directorio, en el que se pueden buscar servicios y ponerse en contacto con las organizaciones que los ofrecen.

Otro aspecto que merece la pena mencionar es la respuesta que obtuvimos de las y los participantes, no sólo en relación con el evento, sino también en cuanto a nuestros servicios. Algunos de ellos ya nos habían remitido clientes, por lo que pudieron compartir sus experiencias con nosotros. Recogimos opiniones positivas y negativas: ambas nos ayudan a seguir mejorando y desarrollando nuestros servicios jurídicos. Como efecto secundario, el evento aumentó la visibilidad de los JCU, lo que por supuesto es bastante beneficioso para nuestra organización. Al final, incluso pudimos poner en marcha clínicas móviles de asistencia jurídica junto con una organización participante como resultado directo del evento. Desde que organizamos el intercambio, cada vez surgen más oportunidades, porque ahora sabemos que todos los demás están ahí fuera, dispuestos a asociarse. Acabamos de recibir otra invitación para asistir a un evento clave organizado por la Asociación Nacional de Organizaciones de Mujeres de Uganda. Creo que podemos decir que el intercambio ha sido un éxito.

¡Les felicito! ¡Realmente lo parece! ¿Hay algo que recomendarían a otras organizaciones que estén planeando lanzar un evento similar? ¿Algo que les hubiera gustado saber antes de empezar todo el proceso?

Supongo que todo se reduce a saber cuál es tu punto fuerte, en el sentido de que tienes que proporcionar beneficios a las demás organizaciones. No funcionará si tu invitación se limita a mantenerlos alejados de sus escritorios. Tienes que ofrecerles algo que realmente necesiten, como en nuestro caso: servicios jurídicos gratuitos para sus clientes.

¿Qué fue lo más destacado para usted personalmente del intercambio?

Lo más importante para mí fue el hecho de que vimos los resultados positivos inmediatamente. Una de nuestras clientas, una madre adolescente, pudo recibir ayuda económica gracias a la colaboración con la organización que proporciona refugio y ayuda económica a las madres adolescentes. El intercambio y sus consecuencias cambiaron realmente la vida de esta joven y su bebé. Este fue sin duda mi punto culminante y nos motiva a seguir creando estas sólidas redes.

Sarah Fichtinger

Sarah Fichtinger

Sarah is part of the Knowledge Management Team in Vienna and in charge of the KNOW-HOW3000 platform. She is eager to provide all the tools the KNOW-HOW3000 community hopes to find on the internet platform. So if you have any requests, questions, recommendations or comments regarding the platform, please get in touch with her. She is always happy to hear from you.

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